ORQUESTA SINFÓNICA DEL ESTADO DE MICHOACÁN
In Memorium Miguel Bernal Jimenez
México
Horario:20:30h
Biografía
Fundada el 14 de septiembre de 1961, con una trayectoria de 60 años, la Orquesta Sinfónica de Michoacán (OSIDEM), es la institución musical más importante del estado de Michoacán. Su repertorio abarca desde el barroco hasta el contemporáneo, incluyendo no sólo las obras sinfónicas del repertorio universal, también ballet, ópera y obras de estreno de compositores michoacanos, así como compositores nacionales e internacionales. Ha realizado diversas producciones discográficas y ha sido reconocida con múltiples distinciones que hablan de la importancia de su labor la vida cultural de Michoacán, habiendo realizado varias giras al interior del Estado. La OSIDEM se ha presentado en importantes escenarios como el Palacio de Bellas Artes, la Sala Netzahualcóyotl en la Cd. de México, PritzkerPavilion del Millennum Park en Chicago, Illinois.
La Orquesta ha recibido importantes solistas como María Alejandres, Olivia Gorra, María Katsarava, Katherine Jacobson, Jean FrancoisHeissr, Alex Klein, Michael Ludwig, Alan Pingarron, Richard Young, Jorfe Federico Osorio, Lourdes Ambriz, Erika Dobosiewicz, Abdiel Vázquez, Alexander Pashkov, Conrad Tao, Faustino Díaz, entre otros, y destacados directores como Francesc Estévez, Joan falleta, Enrique Pérez Meza, Eduardo Diazmuñoz, VictorPuhl, Héctor Quintanar, entre otros.
Por su gran calidad la OSIDEM, hasta la fecha es una de las agrupaciones artísticas con mayor arraigo y presencia en la cultura musical local, ubicándose cada vez más con mayor relevancia, como una de las mejores orquestas sinfónicas del país.
Programa
I. Tres cartas desde México / Miguel Bernal Jiménez
II. Concertino para órgano / Miguel Bernal Jiménez
III. Sinfonía no. 2 / Piotr Iylich Tchaikovski
BERNAL JIMÉNEZ, Miguel
Tres cartas desde México
Dotación:
Violines Primeros:
Julián Martínez Vázquez
Miguel Ángel García Ramírez
Jesús García Cortés
Alfredo Hernández Cadena
Martín García Estrada
Ricardo García Pérez
Violines Segundos:
Dulce María Veiga Freire
Candy Mónica Lucatero Ramírez
Juan Bruno Caro Estrada
Santiago Hernández Hernández
Luis Ramos Torres
Camilo Armando González Tavira
Clarissa Ramos Uribe
Areli Villanueva Barajas *Invitada
Violas:
Lucía de la Serna García
Cecilia Capdepont Altamirano
Eliazar J. Hernández Hernández
Violoncellos:
Marcos Franco Faccio Zanza
Auryn Villegas Hernández
Juan Villalobos Guerrero
Jesús Gutiérrez Guzmán
Arturo García Gómez
Fernando Herrera Arellano
Contrabajos:
Karlo Reyes Perches
Sergio Eduardo Lerín Medina *Invitado
Andrés García Moreno *Invitado
Flautas:
Manuel Alfonso Clavijo Hernández
Guillermo Portillo Hofmann
Martha Claudia López Mendoza
Oboes:
Monserrat García Campos
Nicolás Hernández Almanza
Salvador Montoya Calderón*Invitado
Clarinetes:
Julio Yahir Morales Hernández
Héctor Calderón Chávez
Fagotes:
Francisco Javier Martínez Olivares
Everardo Gastélum Anduaga
El concierto de esta noche dentro del Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez representa un homenaje de sus organizadores hacia el compositor que soñó con cristalizar este mismo festival en la capital michoacana, y es por eso mismo que se incluyeron en el programa algunas de las obras que definen distintos momentos creativos de Bernal Jiménez, aunque todos ellos enlazan su experiencia en Europa y su ánimo por plasmar su propio pensamiento artístico por medio de las herramientas que surgen de su mexicanidad.
Así, el concierto encabezado por la Orquesta Sinfónica de Michoacán, bajo la batuta de su titular, Román Revueltas Retes, abre con Tres Cartas de México, una de las obras más conocidas de Bernal Jiménez y también una partitura de origen nebuloso todavía, pues mucho se afirma que surgió como idea durante su viaje por Europa entre 1947 y 1948, aunque el tema principal se encuentra ya plasmado en 1943, concretamente en la película El Padre Morelos, de Miguel Contreras Torres, pues el canto de arrieros que Bernal Jiménez escribió como musicalizador de la cinta sirvió como base, seis años después, a Tres Cartas de México.
Luego, el Concertino para órgano y orquesta no encuentra mejor definición que el membrete que el propio autor colocó en ella: Retablo Medieval, por las descripciones sonoras que rozan lo visual y que en este caso se centran en la dualidad de lo sacro y lo profano como un concepto que Bernal mantendría en expansión progresiva a lo largo de su carrera.
En efecto, la obra escrita como encargo en 1949, tiene como primer movimiento a Mester de Juglares, tomando como referencia a la tradición oral surgida en la Europa del siglo XII conocida como Mester de Juglaría y que consistía en entretener a un público poco letrado por medio de poemas irregulares, danzas y hasta malabares, y cuyo tema era la vida diaria de la población propia y las comunidades vecinas.
La dualidad da como resultado el segundo movimiento de este Retablo, el Mester de Clerecía y que históricamente sucedió al de Juglaría en la Península Ibérica a partir del siglo XIII, cuando los monjes dieron una métrica y temática más exacta a esos poemas, registrando además la autoría de dichos poemas e integrando temas bíblicos, morales y educativos.
El tercer movimiento de la obra, Don Carnal y Doña Cuaresma, parece referirse a la pintura realizada por el holandés Pieter Brueghel el Viejo en 1559 y que hoy se encuentra en el Museo de Historia del Arte de Viena. En su pintura, Brueghel elabora una crítica social que se refiere a las dos formas de entender la vida en las poblaciones comunes, pues en este caso, la comunidad desarrolla una fiesta secular que tiene como fuente una posada, situada en el extremo izquierdo de la escena, mientras que a la derecha se encuentra un convento del que surgen los monjes que atienden la tradición de Cuaresma.
Para terminar la obra, el cuarto movimiento, llamado Dueñas y Monjas, es el más complejo de todos por su trasfondo, el cual parece aludir al surgimiento del convento de Santa María de las Dueñas, fundado en Sevilla en la última recta del siglo XIII. La motivación que tal vez encontró Bernal Jiménez para representarlo en su Retablo puede estar en el paralelismo que existe con el convento de Santa Rosa de Santa María de Valladolid, hoy Conservatorio de las Rosas, pues mientras el antiguo colegio vallisoletano educaba a niñas pudientes y abría las puertas a otras de menor nivel económico, el de Sevilla fue el primero en considerarse como convento de patrocinio privado y a él llegaban mujeres viudas y solteras de la élite sevillana.
Por último, Román Revueltas incluyó la Sinfonía no. 2 en Do menor, de Piotr Ilich Tchaikovsky, conocida como La Pequeña Rusia, cuyo subtítulo da una idea de su contenido, y que por falta de espacio dejamos a la imaginación del espectador.
Érick Alba